domingo, 4 de septiembre de 2011

sembrar la buena semilla del ejemplo

Hacia mucho tiempo que no realizaba huerta en mi casa; la chacra de mis Abuelos, lugar donde luego vivieron mis padre y posteriormente pase junto a ellos los años de mi infancia se caracterizaba por la hermosa quinta que tenia , por las aves de corral y el ganado que había en solo 20 hectáreas muy bien labradas por mi familia; aún recuerdo a mi abuela trabajando la tierra con mi madre; ese espacio de tierra producía todo lo que consumíamos, en más siempre se llevaba parte de la producción al Pueblo para canjear por mercadería en algún comercio; esa hermosa costumbre de puntear y sembrar la tierra la llevo muy dentro de mis genes y hoy volví a cultivar mi terreno, esta vez ayudado por mi pequeña nieta Tamara; la niña luego de rastrillar conmigo, tomo las semillas y las distribuyo en los almacigos; mientras lo realizaba medite en la importancia de transmitir a nuestros hijos y nietos, algo muy valioso, el amor por el trabajo, la alegría de poder ver después su obra naciendo en buena tierra;
 estimados amigos estamos en una época de facilidad y demagogia, debemos sembrar la buena semilla del ejemplo porque si prospera el fruto sera una Sociedad mejor Mas la que cayó en buena tierra, éstos son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y dan fruto con perseverancia. Luc.8:5-8,11-15

Si alguien piensa que darle una mejor calidad de vida a su hijo significa librarlo del trabajo, del compromiso y del esfuerzo para ganarse su propio pan, estará cometiendo un gran error; la verdadera prosperidad material y espiritual se cosecha luego de comprometerse a producir su propio sustento sin ser carga, ni del Estado, ni de los Seres queridos; inviten a sus hijos a sembrar semillas y a comprometerse con la vida y crecerán sanos y saludables

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